El vasco se impone en la exigente subida al castillo a Peñafiel y su equipo Kern Pharma se reivindica tras no ser invitado a la Vuelta Ciclista a España
Las carreteras de Castilla y León y más concretamente las de Valladolid y Segovia por donde ha transcurrido este año la Clásica Internacional de Castilla y León entre Laguna de Duero y Peñafiel, ejerció y casi sin querer de altavoz reivindicativo. El sorprendente pero trabajado triunfo de Haimar Etxeberría, corredor del Kern Pharma, fue un nuevo toque de atención hacia el director de la Vuelta Ciclista España, Javier Guillén, tras no ser invitado el equipo navarro. Una declaración de intenciones con tintes reivindicativos en los que además el joven Haimar Etxeberría estrenó su casillero de victorias en su primer año en el campo profesional
La Clásica Castilla y León en su segundo año con el formato de un solo día puesta en liza desde Cadalsa, se planteaba como una etapa de 301 kilómetros entre Laguna de Duero y Peñafiel favorable a los grandes fondistas donde el calor, el viento, que apenas incidió esta vez y sobre todo el exigente final de la Clásica con la subida de 1,3 kilómetros al Castillo de Peñafiel con una rampa del 6,6% definiría, como así fue, el devenir de la carrera con un final explosivo.
Un final en el que Etxeberría supo reaccionar al ataque final de uno de los grandes favoritos, el también español del equipo Cofidis, Jesús Herrada en la última recta. Un último esfuerzo lleno de pundonor que llevó al joven ciclista vasco a estrenar su casillero de victorias al entrar en meta por delante del mencionado Herrada y del también gran favorito al triunfo final, el corredor del Astana, Christian Scaroni, que se tuvo que conformar con la tercera plaza del podio.

La carrera, presidida por el fuerte calor y sin usurpar en horario el protagonismo de la última etapa del Tour tuvo los ingredientes adelantados en la presentación de la Clásica por el ciclista local del Burgos BH, Daniel Cavia. No hubo mucho viento pero sí calor, exigencia, una escapada en el tramo inicial de seis ciclistas (Asier González, del Illes Balears Arabay; Nichol Pareja, del Victoria Sports; Viacheslav Ivanov, del Pingtan; Lian Flanagan y Adam Lewis, del Skyline; e Iván Loaisa, de la Selección Española Sub-23) , que llegó a gozar de cinco minutos de ventaja y un final apretado y casi sobre la misma línea de meta al esprint en el que la explosividad, esta vez de Etxeberría, acabó siendo determinante.
El Kern Pharma, equipo UCIPro, un escalón inferior al de los cuatro equipos UCIWorld (Movistar, UAE Team Emirates, Astana y Team Cofidis) se trabajó con creces el triunfo. Fue el equipo navarro el que tiró del pelotón con decisión para que la escapada perdiera integrantes a poco más de trece kilómetros para la meta, viniendo de Cogeces y finalmente abortada casi ya en plena subida al Castillo de Peñafiel , a dos kilómetros y medio de meta, engullendo a los cuatro supervivientes (González, Ivanov, Lewis y Loaisa).
En plena subida y ya en los últimos metros con la línea de meta a la vista, el ataque inicial de Jesús Herrada encontró de forma sorprendente con la respuesta del joven Haimar Etxeberría, que se hacía con el triunfo final de la Clásica Internacional de Castilla y león sucediendo en el palmarés a Caleb Ewan.
Etxebarría, que firmó un tiempo de 4h 36:52, hizo que el ciclismo español volviera a reinar en la prueba de Castilla y León desde que lo hiciera Rubén Plaza en el año 2018. Cabe recordar que antes y que en un formato diferente, no de un solo día como Clásica, lo hicieron ilustres como Alejandro Valverde, Alberto Contador, Francisco Mancebo o el mismísimo Miguel Indurain en 1993, entre otros.
El ganador se mostraba exultante tras el triunfo. «Al final es un sueño lograr mi primera victoria como profesional. Siempre he sido un corredor que ha luchado por triunfos y le dedico mi victoria a toda mi familia, a mi padre en especial, a mis compañeros y a todo el staff del equipo».
Prensa: Valladolid Diary